Fue el sábado (27 de marzo 2010) en el Salón Milenium de Bogotá.
Los Colombianos no podrán borrar de su mente y se llevarán hasta la tumba el recuerdo de uno de los mejores conciertos de una banda que parece fuera de este planeta.
Tratar de encasillar a los FF en algún estilo musical, es imposible por las variaciones de ritmos que le ponen a sus temas, pero la crítica y los entendidos en la materia dicen que es "indie", les creemos? puede ser, lo que nadie duda de los escoceses es que le sacan la energia máxima a sus instrumentos.
Durante dos horas, el grupo liderado por Alex Kapranos, que salió al escenario a las 9 p.m., tocó 21 canciones enmarcadas por espectaculares cambios de ritmo. Así, desfilaron canciones como 'Take Me Out', 'This Fire' o 'Ulysses', casi sin pausa entre una y otra.
La imagen de un público que saltó con cada canción del concierto podía confundirse con una intensa sesión de gimnasio: dos horas de 'cardio'.
La entrega del vocalista y guitarrista líder Alex Kapranos, quien condujo la descarga de potencia, apenas podía verse opacada cuando llegaba el turno del guitarrista rítmico Nick McCarthy, quien, bañado en sudor, sacudía frenéticamente las cuerdas.
Impresión similar dejó el baterista Paul Thomson, quien sostiene a la banda como un reloj, y que demostraba virtuosidad y mucha energía en cada solo.
No fue así con el bajista Bob Hardy, quien se vio como el menos dinámico del cuarteto, aunque hay una explicación para ello: llegó enfermo a Bogotá, al parecer indigesto por un rodizio en Brasil, según comentó a algunos fanáticos que se le acercaron después de la presentación.F
Aunque en un par de momentos, el sonido presentó inconvenientes, la banda los pudo sortear de manera que el público casi no los percibió.
En la segunda mitad del concierto, los cuatro integrantes de la banda se quitaron sus instrumentos y, como en una celebración cavernícola, empezaron a golpear una línea de tambores, en una descarga de sonido que impresionó al público. Había algo salvaje en ello: emularon la experimentación que hicieron para su último álbum, 'Tonight', con huesos humanos.
La imagen de un público que saltó con cada canción del concierto podía confundirse con una intensa sesión de gimnasio: dos horas de 'cardio'.
La entrega del vocalista y guitarrista líder Alex Kapranos, quien condujo la descarga de potencia, apenas podía verse opacada cuando llegaba el turno del guitarrista rítmico Nick McCarthy, quien, bañado en sudor, sacudía frenéticamente las cuerdas.
Impresión similar dejó el baterista Paul Thomson, quien sostiene a la banda como un reloj, y que demostraba virtuosidad y mucha energía en cada solo.
No fue así con el bajista Bob Hardy, quien se vio como el menos dinámico del cuarteto, aunque hay una explicación para ello: llegó enfermo a Bogotá, al parecer indigesto por un rodizio en Brasil, según comentó a algunos fanáticos que se le acercaron después de la presentación.F
Aunque en un par de momentos, el sonido presentó inconvenientes, la banda los pudo sortear de manera que el público casi no los percibió.
En la segunda mitad del concierto, los cuatro integrantes de la banda se quitaron sus instrumentos y, como en una celebración cavernícola, empezaron a golpear una línea de tambores, en una descarga de sonido que impresionó al público. Había algo salvaje en ello: emularon la experimentación que hicieron para su último álbum, 'Tonight', con huesos humanos.
La próxima parada de los FF en latino américa será este martes 30 en Lima, asi que "patas" peruanos a alistar las orejas y a 2 horas de cardio.
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